Terapia inductiva de alta energía: beneficios y aplicaciones en fisioterapia
Terapia inductiva de alta energía (Zimmer): beneficios y aplicaciones en fisioterapia
La terapia inductiva de alta energía es una innovadora técnica fisioterapéutica que se basa en la aplicación de ondas o campos magnéticos de alta densidad en el cuerpo humano. Esta terapia es especialmente efectiva para el tratamiento del dolor, el aumento del tono muscular, la mejora de la circulación sanguínea y la activación del proceso de recuperación.
El dispositivo emField Pro genera un campo magnético de hasta 3 Teslas, lo que equivale a 600 veces la potencia de una barra magnética normal. Este campo magnético actúa directamente sobre las membranas celulares, restableciendo su capacidad eléctrica y favoreciendo la regeneración tisular.
¿Cómo funciona la terapia inductiva de alta energía?
El principio de funcionamiento se basa en la aplicación de un campo magnético de alta potencia que induce voltajes en los tejidos biológicos. Este voltaje actúa sobre las membranas celulares, cuya estructura lipídica funciona como un aislante dieléctrico.
El campo magnético provoca movimientos iónicos que:
Desvían partículas con carga eléctrica en movimiento.
Generan corrientes inducidas intra y extracelulares.
Incrementan la solubilidad de sustancias en agua.
Estimulan el metabolismo celular.
Normalizan el potencial de membrana alterado.
La energía generada también favorece el funcionamiento mitocondrial y el restablecimiento de la bomba de Na+/K+, promoviendo el equilibrio celular y la regeneración de tejidos.
Efectos terapéuticos de la terapia inductiva de alta energía
Al aplicar esta terapia, se obtienen una serie de efectos fisiológicos significativos:
Mejora de la circulación sanguínea
Aumento de la presión parcial de oxígeno en los tejidos
Relajación muscular profunda
Estimulación del metabolismo del calcio en hueso y colágeno
Incremento en los niveles de fibroblastos y colágeno
Efecto antiinflamatorio y regeneración de tejidos
Alivio analgésico y reducción de la percepción del dolor
Frecuencias de aplicación y efectos específicos
Efecto Terapéutico Frecuencia (Hz)
Mejora del flujo sanguíneo 2 - 9
Resistencia muscular 20 - 30
Reafirmación muscular 40 - 70
Incremento del volumen muscular 75 - 100
Aumento de la fuerza 75 - 100
Fuerza explosiva 120
Tipos de aplicación de la terapia inductiva
Estático:
Utiliza un aplicador grande montado en un brazo fijo.
Ideal para zonas específicas y puntos dolorosos.
Dinámico:
Utiliza un aplicador medio sin necesidad de contacto directo con la piel.
Puede intensificarse con movimientos activos del paciente.
Combinado (Estático y Dinámico):
Inicia con terapia estática en puntos gatillo, seguida de aplicación dinámica en áreas extensas.
Permite mayor cobertura terapéutica y efectividad en patologías complejas.
Principales patologías indicadas para terapia inductiva de alta energía
Esta terapia es altamente efectiva en el tratamiento de diversas patologías musculoesqueléticas y neurológicas, tales como:
Enfermedades reumáticas (artritis reumatoide)
Neuropatías (ciatalgia, síndrome del túnel del carpo)
Protusiones discales
Hombro congelado
Bursitis
Patologías del suelo pélvico
Esguinces
Tendinopatías
Desgarros musculares
Fibromialgia
Contracturas musculares
Indicaciones de la terapia inductiva de alta energía
Alivio del dolor
Regeneración nerviosa
Mejora de la circulación sanguínea
Tratamiento de la incontinencia urinaria
Activación del tono muscular
Regeneración tisular
Reducción de la inflamación
Contraindicaciones de la terapia inductiva de alta energía
Aunque es un tratamiento seguro, existen situaciones en las que no se debe aplicar:
Marcapasos o dispositivos electrónicos implantados
Pacientes con fiebre alta
Mujeres embarazadas
Pacientes con auxiliares auditivos
Prótesis metálicas, como cadera o rodilla
Antecedentes o estado de epilepsia
Heridas abiertas o externas
Implantes craneales
Procesos oncológicos activos
Infecciones agudas
Conclusión
La terapia inductiva de alta energía es una herramienta terapéutica innovadora que ofrece múltiples beneficios en la rehabilitación de patologías musculares y neurológicas. Su capacidad de estimular la regeneración tisular, reducir el dolor y mejorar la circulación lo convierte en una opción efectiva para pacientes con problemas crónicos o agudos.
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